Desde una perspectiva operativa, Black Hat destaca por sus briefings técnicos que detallan exploits zero-day, alineados con estándares como OWASP para el desarrollo seguro de software. Por ejemplo, sesiones previas han cubierto la mitigación de ataques de cadena de suministro, un riesgo que, según informes del MITRE ATT&CK Framework, afecta al 60% de las brechas corporativas. En 2026, se espera un enfoque en quantum-resistant cryptography, preparando a las organizaciones para amenazas post-cuánticas mediante protocolos como lattice-based encryption. Los beneficios incluyen networking con expertos de agencias como la NSA y la oportunidad de validar configuraciones de firewalls mediante talleres prácticos.